martes, 15 de mayo de 2012

El Olfatómetro Dinámico

La medición del olor ambiente, es un fenómeno complejo ya que se trata de una percepción sensorial y por tanto sometida a las características individuales de cada persona. Diversos grupos de trabajo formados por expertos en la materia mantienen varias metodologías en un intento de establecer un método para determinar de forma objetiva la concentración de olor en el aire.

Una de las metodologías más extendida es la que propone la norma UNE-EN 13725 sobre determinación de la concentración de olor por olfatometría dinámica. Se trata de someter al olfato diferentes diluciones, de la muestra problema, para determinar a que dilución el olor empieza a ser detectable. Esa dilución se expresará como unidades de olor (UO) o concentración de olor en el aire.

La metodología propuesta por la norma UNE-EN 13725, es una metodología pensada para ser llevada a cabo en un laboratorio, donde se intenta controlar al máximo los aspectos ambientales.
Esta norma también describe la selección de las personas que deben juzgar la muestra y además establece un número mínimo de evaluadores. Todo ello con la intención de dotar de precisión científica al método.

Como se puede deducir, para evaluar según la norma UNE-EN 13725 la concentración de olor en el aire, debe obtenerse una muestra de ese aire y llevarla al laboratorio para su análisis posterior.
La obtención de la muestra, especialmente cuando se trata de fuentes no puntuales es un aspecto controvertido ya que por razones operativas el volumen de muestra ha de ser
limitado y normalmente corresponde a un breve espacio en el tiempo.

Consecuentemente, la determinación de la concentración de olor en el aire conforme a la norma UNE-EN 13725, es un método que en condiciones ideales ofrece una buena precisión, pero que en la práctica está condicionado a la representatividad de la muestra.

Por sus características, el olfatómetro dinámico Scentroid SM100 es una herramienta que permite llevar a cabo tantas olfatometrías como precise para conocer la situación en materia de olores de una actividad industrial.

Algunas de sus aplicaciones son:
  • Medición de la emisión de olor de un foco puntual (chimenea, extracción, etc.).
  • Medida del olor ambiental en el interior de naves.
  • Elaboración de mapas de olor de una actividad industrial, polígonos industriales, etc.
  • Inspección de equipos de tratamiento de olores.
  • Evaluación de la inmisión de olor en una zona, consecuencia de una emisión conocida.
  • Control de calidad en diferentes industrias.
  • Medición de la emisión de olor en fuentes dispersas.
  • Controles rutinarios en procesos de riesgo (vertederos, acopios, depuradoras, plantas de compostaje, etc.).
                                                                                Xavier Aguilar  -ENQUIOL-

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